Los calibradores de procesos son herramientas esenciales para los técnicos. Se trata de instrumentos familiares para cualquiera que se especialice en supervisar equipos técnicos y mantener su precisión. También son imprescindibles para quienes trabajan en un laboratorio que requiere parámetros y mediciones precisos.
Como su nombre indica, un calibrador de procesos se utiliza para calibrar una herramienta empleada en la instrumentación de procesos. La instrumentación de procesos hace referencia a los sensores que incorporan las herramientas utilizadas para medir parámetros físicos como la temperatura y la presión.
Los calibradores de procesos pueden medir y calibrar en una amplia gama de aplicaciones. Los encontrará necesarios allí donde se utilice habitualmente instrumentación de procesos, en industrias como la sanitaria, la química y la de alimentación y bebidas.
Sea cual sea su uso, los calibradores de procesos tienen varias aplicaciones: están diseñados para trabajar con sensores y transmisores. Los sensores responden a los cambios en condiciones físicas como la temperatura, la humedad y la presión, mientras que los transmisores convierten la señal de los sensores en la señal normalizada, que suele ser corriente eléctrica de 4-20 mA CC.
Puede encontrar calibradores de procesos en una amplia gama de estilos, precios y aplicaciones. La mayoría son fáciles de usar y resulta cómodo trabajar con ellos como instrumento portátil. Los calibradores de procesos también pueden fijarse a una superficie cuando sea necesario.
A medida que nos adentremos en el mundo de los calibradores de procesos, veremos cómo funcionan, cómo utilizarlos y por qué son tan importantes.
¿Por qué necesitamos calibradores de procesos?
Hay muchos campos en los que la precisión es esencial, y muchos de ellos requieren instrumentación de proceso para controlar distintas variables. Estos instrumentos se utilizan en la fabricación, el trabajo de laboratorio y la investigación y el desarrollo, y controlan variables como la humedad, la conductividad, la presión, el nivel y el caudal. Hay muchas circunstancias en las que entra en juego la instrumentación de procesos y, por tanto, muchas posibilidades de que falle.
Ahí es donde intervienen los calibradores de procesos como pieza esencial del rompecabezas. Estos instrumentos mantienen la instrumentación de proceso en el buen camino calibrando sus lecturas en todas las variables que pueden medir. Sin los calibradores de procesos, no habría forma de mantener un estándar en la instrumentación de procesos en todo el mundo.
¿Cómo funciona un calibrador de procesos?
Con un calibrador de procesos, puede comprobar la precisión de un dispositivo de procesos en unos pocos pasos. Un calibrador de procesos desempeña su magia alternando entre varias funciones diferentes. Puede tanto medir parámetros de proceso (como comprobar la precisión de la presión o la temperatura) como originarlos. En otras palabras, empieza comprobando la precisión de la lectura de un sensor y termina imitando la salida de ese sensor para comprobar la señal del transmisor.
Hay muchos calibradores de procesos diferentes en el mercado, pero muchos están diseñados con distintos modos fáciles de entender. Pueden emparejar distintos tipos de señales que necesitan medición y girar para simular esas señales con sólo pulsar un botón.
Los calibradores de procesos pueden servir para generar o simular un bucle de corriente. Por ejemplo, un transmisor es un ejemplo de fuente que envía señales de 4 a 20 mA. Se conectan a un controlador lógico programable (PLC), que lee la corriente del bucle. Normalmente, el bucle recibe 24 voltios de CC del PLC o del transmisor. Si desea calibrar esta instrumentación de proceso pero la alimentación procede del transmisor, deberá utilizar el calibrador de proceso en modo fuente.
Si la alimentación procede del PLC, utilizará el modo que le permite simular el bucle. En este modo, el calibrador controla el flujo externo y lo mantiene entre 4 y 20 mA.
Un calibrador de procesos cambia de modo para probar sensores y transmisores mediante la alimentación o la simulación de los parámetros del proceso. Pueden trabajar con los parámetros del bucle en señales como mA, voltios CC, frecuencia o resistencia. Con tanta versatilidad en esta fiable herramienta, no es de extrañar que los técnicos utilicen estos instrumentos con regularidad.
Cómo utilizar un calibrador de procesos
Con una amplia gama de aplicaciones, al principio puede parecer desalentador utilizar un calibrador de procesos. Sin embargo, la mayoría de los calibradores de procesos tienen un diseño sencillo que permite utilizarlos nada más sacarlos de la caja. Los calibradores de procesos suelen estar equipados con pantallas digitales claras y diseños cómodos y ergonómicos que facilitan su uso manual. También pueden montarse cuando sea necesario.
El primer paso para utilizar un calibrador de procesos es medir los parámetros del proceso comprobando la precisión de cualquier sensor de proceso con el que esté trabajando. Para ello, deberá programar el calibrador de procesos para que coincida con el tipo de sensor con el que está trabajando. A continuación, puede conectar la salida del sensor de proceso al calibrador. Verá la medición en la pantalla digital. Primero debe ajustar el punto bajo y luego el alto.
Supongamos que desea calibrar un termómetro de resistencia. Puedes comprobar la precisión del sensor utilizando agua como referencia, obteniendo el punto de 0 grados centígrados en congelación y el de 100 grados centígrados en ebullición.
A continuación, tendrás que comprobar la precisión del transmisor. También lo hará con el versátil calibrador de procesos. En este paso, el calibrador de procesos servirá para simular el sensor de procesos que acaba de medir.
Comenzará este paso conectando el calibrador a la entrada del transmisor. Lo más probable es que el rango del transmisor esté registrado entre 4 y 20 mA, ya que ésta es la medición de bucle de corriente más estándar. Esto significa que el extremo inferior del rango del sensor de proceso debe registrarse a 4 mA y el extremo superior debe medirse a 20 mA. En el ejemplo de un termómetro de resistencia, usted desea que su calibrador de proceso lea 4 mA cuando simula 0 grados centígrados, y 20 mA cuando simula 100 grados centígrados.
El paso de calibración real es sencillo. Ajustará el valor actual con los botones cero y span hasta que coincida con la temperatura simulada por el calibrador. Después de esto, tanto el sensor como el transmisor deberían ser fiablemente precisos para su uso posterior.
